El Pueblo Mágico de Pátzcuaro ubicado en Michoacán; se ha posicionado como uno de los lugares más emblemáticos para la tradición del Día de Muertos, se caracteriza porque las comunidades purépechas realizan ceremonias de velación para recibir a sus difuntos.
La celebración comienza desde el 28 de octubre, día en el que se considera que llegan las almas de las personas que murieron en algún accidente, de manera trágica o por violencia.
Como parte de estas festividades ceremoniales, destacan las que se llevan a cabo en el lago de Pátzcuaro, y sus alrededores en Janitzio, Yunuén, Urandén y La Pacanda, donde la tradición se vive a flor de piel.
Los pobladores acostumbran compartir con los visitantes, la preparación de los alimentos para sus familiares y amigos fallecidos, y los cantos que realizan en las calles para recibir a las ánimas que los visitan cada año.
Además, por la noche, los pescadores de la zona salen en sus balsas a recorrer el lago de Pátzcuaro, con velas encendidas para iluminar el camino de los fieles difuntos, lo que resulta todo un espectáculo cultural.
Llegada la medianoche del día 1 de noviembre, con veladoras y antorchas en mano, las familias realizan una procesión en silencio hacia el panteón de Tzirumútaro que se encuentra en la isla de Janitzio, para acudir al encuentro de las almas de sus familiares ya fallecidos.
Fotos: Silvana Flores. // Animal Político.
