Cada 12 de diciembre, cientos de perritos persiguen a sus dueños desde distintas entidades rumbo a la Basílica de Guadalupe

Cada 12 de diciembre, cientos de perritos persiguen a sus dueños desde distintas entidades rumbo a la Basílica de Guadalupe, pero la imposibilidad de llevarlos de regreso, hace que queden aband0nad0s en inmediaciones de la iglesia y este año, lamentablemente no fue la excepción.

Este fenómeno no solo impacta a los animaIes sino que también pone en manifiesto la falta de responsabilidad y empatía hacia aquellos que dependen de nuestro cuidado.

El organismo de la Agencia de Atención AnimaI estuvo ayudando a unos cuantos lomitos que encontraron, les dieron comida agua y atención médica, pero es triste que algunas de esas mascotas no volverán a ver a sus dueños y lo peor es que ellos no saben que fue lo que hicieron mal para que les pase algo así.

Vía: Cerebros.